sábado, 3 de marzo de 2007

mama vino a visitarme

1 comentario:

  1. Dios mío, tu madre es idéntica a la mía, sólo que vivo con ella. Es decir: me encierro en mi habitación, solita, para que no me hable (y, aún así, me habla desde el otro lado de la puerta, pero estoy acostumbrada y ya no la escucho). ODIO PROFUNDAMENTE, DETESTO que me hablen sin parar. Y que salten de un tema al otro, para que yo me pierda, hace que empieze a pedalear en falso. Amo el silencio, la tranquilidad, la paz. Amo estar sola, navegando entre mis pensamientos, sumergida entre mis ideas, recordando el hospital que ví (desde la vereda de enfrente, y del cual me enamoré profundamente) cuando volvía de la profesora particular de matemáticas (y voy para aprobar, y apruebo para poder recibirme de médica y dedicarme a lo que amo con pasión), o fraguando y reflexionando sobre la existencia del mundo, sobre mí misma, sobre el mundo, entre otros temas.
    Beso, cuidate. Sos una ídola.

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